Antes de entrar en la Plaza, por el arco del Corrillo. debes detenerte en los soportales de este precioso rincón de nuestra ciudad para buscar y admirar la representación de los días de la semana: la Luna (lunes), Marte (martes). Mercurio (miércoles), Júpiter (jueves), Venus (viernes), Saturno (sábado) y el Sol (domingo).
Se construye en dos espacios de tiempo: entre 1729 y 1735 el primero, y entre 1750 y 1755 el segundo, cuando se finaliza. Existen quince años de inactividad provocados por la no concesión de los terrenos al Concejo Municipal. Como maestro de obra inicial, destacar a Alberto de Churriguera y, del final, a García de Quiñones.
No se sabe cuánto dinero costó su construcción puesto que cada particular tuvo que pagar su casa. C01110 dato curioso te diré que sí sabemos que el Ayuntamiento pagó dos millones de reales. Felipe V, por su parte, también colaboró en ello, sufragando los gastos del primer pabellón que se construyó: el Pabellón Real, donde aparecen los medallones de todos los reyes, aunque incorporados además los de Francisco Franco y Felipe "El Hermoso", con Juana "La Loca". El segundo de los pabellones equivale al de San Medie o el de los Conquistadores y Descubridores, puesto que son los personajes que aparecen en los medallones.
El tercero es el de los Sabios o de los Intelectuales y el cuarto y, último en su construcción, el más importante: el del Ayuntamiento. Es curioso, porque todos tienen tres pisos a excepción de éste, en el que tan sólo hay dos. Llama la atención la espadaña con la que está rematado, las grandes columnas que regalan movimiento a la propia fachada, y las estatuas de la Agricultura, la Industria, la Poesía y la Música como culmen.
LA PURÍSIMA
(Convento de las agustinas recoletas)
Podríamos comenzar apuntando que el primitivo convento de las agustinas se encontraba a orillas del Tormes, y que la famosa riada de san Policarpo terminó con él. Gracias a que en él profesaba la hija natural del conde de Monterrey, éste decidió construir una nueva casa e iglesia para ella y lo hizo lo más cerca que pudo de su palacio. Puede parecer un templo italiano, y quizá sea porque planos y materiales (fundamentalmente el mármol), los trajeron de allí. Cuentan que la forma de hacerlo fue en barcos que llegaron hasta Cartagena y, desde ese punto hasta nuestra ciudad, en más de 100 carros tirados por bueyes. Cada tipo de mármol y según sus colores se extrajo de una ciudad diferente.Otra originalidad de la iglesia es el hecho de haber diseñado los elementos decorativos (púlpito, retablo, estatuas...) antes que los planos del edificio, de manera que se consigue un resultado mucho más armónico. Lo decorativo corresponde a Fanzago, y como arquitecto está Picchiatti.
La primera piedra se colocó el 17 de marzo de 1636, y las obras tardaron en terminarse más de cien años. Uno de los motivos fue el ya citado de los materiales, y el otro, no menos curioso, por el derrumbe de la cúpula una vez levantada, al caerle un rayo; tuvieron que volver a diseñarla y ya incluyeron ocho ventanales que dan mayor luminosidad al templo.
La fachada tiene un total de 33 metros de largo y está dividida en tres cuerpos. Entremezcla el mármol con la tradicional piedra de Villamayor de los monumentos salmantinos, al igual que las curvas y las rectas, los entrantes y salientes típicos del barroco y, todo ello, para concluir con dos grandes volutas laterales y un gran frontón triangular.
Finalmente, destacar la pintura del altar mayor, obra de Ribera: la Inmaculada Concepción; considerada obra cumbre, tanto dentro de la obra del pintor, como en el tratamiento del tema dentro del Siglo de Oro español.
COLEGIO REAL DEL ESPÍRITU SANTO
(La Clerecía)
Fundado en 1617 bajo este nombre. Sin embargo, a partir de 1779 fue llamado Real Seminario de San Carlos, y desde 1940 es conocido como la sede de la Universidad Pontificia; eso en cuanto al colegio, porque si hablamos del templo tendríamos que decir que también se denominó Real Clerecía de San Marcos en 1767, tras la expulsión de los jesuitas y que, de éste, viene su nombre actual. Cuenta, por tanto, con dos partes claramente diferenciadas, a las que si añadimos una tercera (la inicial residencia de los jesuitas situada en la parte de atrás del templo), hacen en total un conjunto grandioso de casi 20.000 metros cuadrados.
Todo ello pudo construirse gracias al apoyo e importante dote que la reina Margarita de Austria, mujer de Felipe III, rindió a los jesuitas. La fachada, fastuosa, con puerta adintelada, grandes columnas estriadas y de capitel decorado, se fue barroquizando conforme cambiaban los maestros de obra: Pedro Mato incorporando las bóvedas, cúpula y cuerpo superior de la fachada y García de Quiñones al añadir la espadaña y las inmensas torres de los lados. En ella, el tema principal: la venida del Espíritu Santo; a los lados los reyes y todo coronado por una imagen de la Virgen. La iglesia es de planta única y con un impresionante retablo en el que se adivinan, nuevamente, todos los elementos barrocos: columnas salomónicas recubiertas de pámpanos de vid, asombrosos entrantes y salientes...
Como curiosidades te diré que el proyecto dicen que está inacabado, puesto que quedan que tuviese formo de águila con las alas desplegadas: la cabeza sería la iglesia y fachada de la que ya hemos hablado; el cuerpo, la antigua residencia de los jesuitas; una de las alas, el colegio del que ahora te contaré algún detalle importante y... ¿el otro ala? Quizá ya tenían a la ciudad enfadada por haber tenido que desalojar a más de 500 familias y demoler varías parroquias y calles para construir lo que hoy en día disfrutamos. También existe una leyenda que une este monumento con el de la Casa de las Conchas, descubre lo que dice porque te sorprenderá. Para terminar, tendríamos que resaltar el claustro que alberga el interior del colegio, puesto que es el patio barroco más importante del mundo, obra de García de Quiñones.Se compone de un piso de arquerías y otro de balcones, sobre ellos perfectas elipses a modo de óculos y, como remate, un ático de ventanas. Impresionante perfección de armonía y belleza que lo hacen, como decíamos, único en el mundo.